domingo, octubre 22, 2006

Jorgito Foreman


Ya hay que tener cara. Dura, durísima. Tío.
Ostenta carrera, mocería desgarbada, gravedad vocal y profudidad bucal. Es lo suficientemente alto como para jugar al baloncesto, le gusta comer bien y barato; y desde hace unos meses viene repartiendo alegría por la red de redes a golpe del guante que da plasticidad visual a su identidad forera -o bloggera- (lo que algún mont-truo llamaría nick).
Un día llego a su casa (él ya tenía su preciado ADSL en el ordenador y se envanecía de tal privilegio), y lo veo conectado a internet, navegando por distintas páginas que oscilaban entre lo más puramente vulgar (marca, sport, as, La voz de Galicia...) y determinadas rarezas de diseño cutre y seductor bizarrismo anti cool.
- Oye, pues yo tengo un foro, ¿sabes?
- ¡¿Qué vas a tener tú un foro?!
Cuando contesta (si es que lo hace), no despega ni un milímetro la pupila del hipnotizador LCD de su portátil. Parece un voyeaur incómodo a la par que resuelto, feliz de encontrarse frente a esa gigantesca ventana llamada internet.
- Que sí, joder. Entra, ya verás
...
Tras no recibir respuesta, a la cuarta petición sin correspondencia 6dedos se echa en sofá, dispone supaquete en la cómoda situación matemática del holgazán bisoño, y aplaca el mando con sus sudorosas manos. "Telemierda, ven a mí."
Pasa una hora y estoy hasta el rizado de Sara Montiel y sus amoríos; voy al baño.
- ¿Qué dices?
- ¿Eh?
- ¿Que qué has dicho?
- Que iba al baño.
- De eso nada. ¿Para que has venido a mi casa?
- Pues no sé, para comer algo, ver un poco la tele...
- Cosas que puedes hacer en tu hogar, según tengo entendido.
- Ya, pero también quería saludarte, ver que tal estabas.
- Sí, tu quieres saludarme y afeitarte con mis maquinillas Gillette.
- ¡Qué va! - digo esbozando una sonrisilla.
- Pero dime... ¡¿qué coño te cuesta comprarte unas maquinillas?! ¿Por qué siempre vienes a afeitarte a mi casa?
- Pues no sé, es que aquí puedo verme mejor en el espejo, y yo siempre me olvido de comprarlas.
- Joder... Vale, está bien. De hecho, puedes llevarte todas las maquinillas a tu casa, ya me haré yo con otras nuevas. Pero... ¡ojo! ¡No me dejes todos los pelos de la barba por el lavabo!
- Vale, venga... Pondré una toalla.
- ¡No! ¡Toallas no! ¡Pon un periódico!

Vuelvo, afeitado y aseado, limpio. Jorgito Foreman sigue en el ordenador, la temperatura de su portátil debe estar ya por las nubes (o más bien por los suelos, en el infierno, dicen que allí hay llamas).
- Tú.
- ¿Sí...?
- ¿Qué decías de un foro?
Le echa un vistazo y dice que es una mierda. Yo insisto en que acaba de empezar, que la gente ya vendrá, que tengo apalabrada la colaboración de un tal Somarra, un tipo que me estuvo acosando con e-mails amenazantes durante meses.
- No sé, a mi me sigue pareciendo una mierda.
- Pues muy bien, pero sólo te pido que me dejes postear un minuto, nada más.
- Ya, pero este logo... No me gusta, hay que cambiarlo, ¿eh? Y el nombre, que cutre..¿laEstufa?.
- Oye, déjame a mi con mi foro, hijo de puta.
- Joder, y tienes que agrupar los subforos en categorías, y...
- ¡Qué me dejes, hostia ya!
- Mira, dime tu contraseña y de vez en cuando te apaño las cosas de administración que no sepas hacer.
- Pero si no necesito ayuda.
- Tienes desactivado el código HTML, subnormal.
- Eeeehhh, la contra seña es [[...]]
- Vale.

Pasan un par de semanas. Yo apenas le pido cuatro favores, más que nada por falta de tiempo, pero él se empeña en cambiar todo el puto foro. Un día me conecto y veo que hay un tal mayormono registrado, y que para colmo es administrador.
- Ah, vale... joputa.

Ya hay que tener cara. Dura, durísima. Tío.
LaEstufa (foro) ya funciona por sí sólo, con usuarios posteando en sus minúsculos agujeros temporales de ocio y diversión. Decido ampliar miras y hacerme con un blog de esos. El blog de laEstufa. Que chachi.
- ¿Cómo que te han echado del trabajo?
- Sí, una injusticia. Pero lo que te estaba contando del blog...
- Mierda, es que lo tengo calculado. si estás en el paro me gorroneas la nevera como diez veces más al mes.
- Que exagerado. Además, no quiero tu comida, quiero tu internet.
- ¿Qué?
- Creé un blog para laEstufa. Esta noche duermo aquí.
- No.
- Sí.
- He dicho que no.
- Yo te dejaría mi casa si pudiese, lo sabes.
- ¡Tú me echaste de tu casa una vez!
- ¡Por favor!Tenía diez años... Eres un pozo de rencor. Y además, aún estoy esperando que me devuelvas mis canicas.
- Mira quien habla de rencor. Pero no me echaste por las canicas, me echaste por decir que tu madre estaba como un tren.
- ¡¿Cómo dices?! ¡Fuera de mi casa!
- ¡Ésta es MI casa!
- Ah, ya. Y... ¿en qué habitación duermo?

Me paso la noche con el blog, buscando una temática y un estilo eficaz a la hora de postear. Foreman me dice que vaya basura, que los blogs son para maricones, putamierda, vaya... Así hasta hace bien poco, que veo linka este paraje en la firma de un foro al que acude habitualmente.
- ¿Y esto?
- Nada, cosas mías...
Una semana después, abro internet y veo que donde antes ponía profile, ahora hay un contributors. Sí señor, y un tal Jorgito Foreman pasa a ser administrador del blog. Postea sobre el PP y una película. Que genio. Y figura. Para maricones, dice.
Ya hay que tener cara. Dura, durísima. Tío.

7 :

Anonymous Anónimo Excretó esto...

¿Perdón? ¿Ein? ¿Cómorl? ... q-q-que-eéÉ???

domingo, 22 octubre, 2006  
Anonymous Anónimo Excretó esto...

Hijo de puta, negro, sucio...

OJalá tengas sida y mueras de un catarro mal pillao.

Inmigranante.

E.

martes, 24 octubre, 2006  
Anonymous Anónimo Excretó esto...

Si hubiese puesto música de violín de fondo, casi podría haberme hecho llorar.

Hace bien abonando adecuadamente a sus amistades (las únicas reales, la virtualidad es otra cosa). Un amigo fiel, hoy día, es tan difícil de encontrar como un autografo de Salinger. Pero de verdad que era necesaria tanta parafernalia para publicitar su foro.

Ya sabe que mientras mi corazón virtual lata, tendrá asegurado usted uno de mis ilegibles comentario. A veces (no muchas), porque realmente su artículo/posteo realmente merece la pena. Otras porque, joder, me cae usted bien, qué le voy a hacer.

Su foro tendrá mucho que pelear por conseguir la supervivencia en un medio tan hostil. Perseveren y puede que lo consigan. Puede que no.

Les deseo suerte en cualquier caso.

Cuídese, Sr. Seisdedos.

martes, 24 octubre, 2006  
Anonymous Anónimo Excretó esto...

Si hubiese puesto música de violín de fondo, casi podría haberme hecho llorar.

Hace bien abonando adecuadamente a sus amistades (las únicas reales, la virtualidad es otra cosa). Un amigo fiel, hoy día, es tan difícil de encontrar como un autógrafo de Salinger. Pero, ¿de verdad que era necesaria tanta parafernalia para publicitar su foro?.

Ya sabe que mientras mi corazón virtual lata, tendrá asegurado usted uno de mis ilegibles comentarios. A veces (no muchas), porque realmente su artículo/posteo merezca la pena. Otras porque, joder, me cae usted bien, qué le voy a hacer.

Su foro tendrá mucho que pelear por conseguir la supervivencia en un medio tan hostil. Perseveren y puede que lo consigan. Puede que no.

Les deseo suerte, en cualquier caso.

Cuídese, Sr. Seisdedos.

Y por Dios. Borre el anterior comentario. Hasta mi sobrino de tres años escribe con más precisión.

martes, 24 octubre, 2006  
Blogger Virrey Mendoza Excretó esto...

El derecho natural, que los escritores llaman comúnmente ius naturale, es la libertad que cada hombre tiene de usar su propio poder, como él quiera, para la preservación de su propia naturaleza, es decir, de su propia vida y, por consiguiente, de hacer toda cosa que su propio juicio, y razón, conciba como el medio más apto para que ello.
Me cago en sos.

martes, 24 octubre, 2006  
Blogger Kaleidoscope Girl Excretó esto...

Estoy flipando. Y yo que pensaba que lo había visto todo con Ana Obregón en el Equipo A y con MacGuiver in Euskadi.

Los designios de la hinternet son hinescrutables.

martes, 24 octubre, 2006  
Blogger Virrey Mendoza Excretó esto...

Foreman, tiene usted más razón que un Santo, de hecho con respecto a la metafísica filosófica, son cada vez más numerosos aquellos que veo alcanzar la meta negativa (que toda metafísica positiva es un error), pero aún son muy pocos quienes dan algunos pasos atrás; en otras palabras, es preciso mirar por encima del último travesaño de la escalera, pero no querer permanecer en él. Los más iluminados sólo consiguen liberarse de la metafísica y volverse a mirarla con superioridad: mientras también aquí, como en el hipódromo al termino de la recta es necesario girar.

martes, 24 octubre, 2006  

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