sábado, marzo 25, 2006

Medianoche en el jardín del bien y del mal


Desde que Pepe Navarro trajera el fondo neoyorquino de cartón a telecinco, la noche en la TV española se ha caracterizado siempre por un estilo dominante, por un formato que estuviera en boca de todos a la hora de la tertulia chorra del día. Así pasó con el citado mississippi, con las poteriores Crónicas de Sardá, y recientemente con Buenafuente. Sin embargo, este último espacio, a diferencia de los anteriores, no parece arrasar con la decisión y los (que hostias) COJONES que hacen falta para liderar la noche. Y es que el late show de verdad, se caracteriza por una masculinidad inofensiva, no vaya a ser que se enfaden las Lucías Etxebarrías del mundo. Simplemente digo que la barra de striptise, la caradura del presentador, las largas charlas sobre sexo... Son cosas para las que una mujer imprime un carácter de buenrrollismo y colegueo que espanta a la audiencia. precisamente porque no es más que un ejercicio de travestismo catódico vulgar, una mera reivindicación vaginal de un género puramente masculino. Hablo siempre del audiovisual patrio. Y es que lo de Eva Hache, es otra cosa. Un programa de otra casta, diferente, que gustará a sus señores y señoras, y a otros (entre los que me incluyo) les aburrirá como un mamut en estado de sueño.
Sobre los cojones que hay que echarle al "late" de turno, ahora que nos encontramos en un momento desértico, tiene mucho que decir Navarro, a quien se le olvidó la ambición en casa en su reciente desembarco en TVE. Él era quien tenía más cara, más morro y más espalda (de testículos ni hablamos), y el único que se atrevía a darle un toque cañí al estilo Lenno. Su atrevimiento transgresor se vió recompensado con cifras astronómicas de share en Telecinco y un despido escandaloso en Antena 3. Como en la Primera no se enteraban de que iba el rollo de la noche, le cortaron las patas (y sí, los huevos también) dejándolo e un escaso 14% de cuota. Lástima que su (ejem) gran rival fuera uno que tan bien cae, y que tan discreto sale de la batalla (el humorista inteligente Andreu Buenafuente, que ronda el 17%).
Vamos, qu la noche ya no es noche ni es ná... Al menos desde que se ha ido Javier Sardá, que ofrecía una parafernalia circense y espectacular con su planeta Marte que, por cotilla y gritona, era el más español del mundo. Vaya... A lo que vamos, que Telecinco que sigue llevando el trozo gordo del pastel con sus reposiciones de programas, mientras que los shows de verdad oscilen en cifras pobres, a la espera de una guillotina en forma de nuevo formato revolucionario. O sea, que va a tener que volver Javier a ofrecer algo con lo que el público se encapriche, y los 30% volverán a revosar en la medianoche.
Y por eso mismo, porque hay que ser muy listo para reinar el la franja, amigo Andreu, humorista inteligente, no vales... Empezaste ilusionando con una simpatía y un universo propio del humor (luego nos dimos cuenta de que simplememte eras catalán), para terminar vagando por la redundancia y el "que pasa neng" bartato. El supuesto humor humor negro de tu programa no tiene de tal más que las alegorías de terciopelo, pues no ofendes ni pretendes ofender a nadie. eres el primero en rechazar la pierdra, en ver como la tiran, esconder la mano, y señalar a otro. Y eso está muy feo. Tu show es de payaso tristón, opaco tras una simpatía gris, que se torna en espíritu pelota y publicitario auro-bombesco a la hora de la entrevista. No es por nada, pero como Pepe hubiera llegado en forma, te aplastaba.
Pero es que TVE sigue sin pescar el fondo de la franja nocturna, y después de rechazar el perfil de la soberbia y la mirada cíanica, ha optado por Arús ys us familia. Vamos, qu aún encima viene acompañado del baboso ese medio calvo, las gemelas que lucen palmito y callan la chita mona, y la esposa gritona y perdida (no sabe que preguntar, ni a quien, ni como). Y se estrena con un 16,´2 eso sí, superando al 16% de Bf.
Y se supone que estos tienen que construír la franja horaria más influyente (por calada social más que por €uros) de la tele: la noche. Tócate los... COJONES.

sábado, marzo 18, 2006

La sonrisa del pelícano


Por los noventa, la tele en españa aún no era tele de verdad. Había debates, pocos escándalos y muchos bailes folclóricos, que desfilaron entre la bata de cola (de pescado de mercadillo andaluz), y el exotismo de purpurina y plumas secas de las mama chichos. El color de las privadas (T5 y A3, las de siempre) era similar al de las corbatas del deborador de espacio zapinguero retrospectivo Carrascal. Osea, a medio camino entre lo chanante y lo acuarélico de prescolar, cual raya de pantalón de chándal ochentero.
De repente, salió un señor madrileño (luego dijo que era cordobés9 que llevaba haciendo el mismo programa televisivo años. Solo pedía una mesa, un micrófono anacrónico, una taza y papeles. Muchos papeles (para saltarse sus propias normas, se supone). Se llamaba pepe Navarro, y era el encaragado de traer a nuestro país el Late show americano. Ese que solo conocíamos de vista por los múltiples cameos del barbilludo y omnipresente Lenno en películas de relleno. Navarro se encargó de fusionar su particular estilo, (tranquilo, muy pausado, pero dándose las prisas del directo) con la citada canallesca nocturna de mitos americanos como david Letterman. por último, sazonó su peculiar "Tonight Show" con un amarillismo inglés que le venía al pelo a una España de Ruices Mateos y Gil y Giles. También ofertó sexo, que para algo era noche, y fue el primero en orquestar campañas de captación de audiencia. Vamos, que cogía un tema, y lo manoseaba hasta dejarlo ajado y olvidado (excepto por los juzgados). Ahí quedó Alcáser.
Años después, la tele evolucionó, y las venenos se tornaron en Boris, y las corbatas de Carrascal en los Ienegé Directes de Matías Prats. Navarro se había forrado a base de indemnizaciones, y hartado de demandas y señalizaciones directas. Que si un vídeo sexual, que si la telebasura... La uno lo ficha para el Late (definitivamente, lo suyo), y agota su formato cohibiédose ante el sensacionalismo de las privadas. Lo echan (con una palmadita, no con una patada) y a los hijos pródigos (o póstumos) les entra el gusanillo. Los temas "estrella" del morbo, ya no eran las niñas esas violadas, si no el lesbianismo de Encarna y la Pantoja y sus restaurantes. Pero la audiencia baja, y se requieren nuevos objetivos. Y el antaño inventor del género, es ahora la víctima.
Se le pinta a Pepe de maltratador, ligón, adúltero... de todo. Y él no lo entiende, porque la vida privada esto, y Carolina de Mónaco lo otro. A mi, señores, me importa un huevo si
se lo merece o no, si es verdad o mentira. lo único que se es que este circo me divierte tanto como a Pepe un chiste con acento mañico. Y ojalá vuelva con un programa, arrase en audiencia, y se vengue de los herederos de su televisión. No por cinismo y regoicijo basurero, sino porque él lo vale. Y la TV necesita un líder Mississipero, que ahora Sardá está de vacaciones. Y Buenafuente aburre a las piedras...
Por favor Milikito, contrata a Pepe para La Sexta, que se hace querer con su estilo macarrónico y seductor, de sonrisa cínica y labia atiborrada. Además, que coño, Ruffus no estaba tan mal...
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